Ya estoy de nuevo por aquí! Durante la estancia en Amsterdam aprovechamos la ocasión para visitar el pueblito de Zaanse Schans, muy famoso por sus molinos y quesos. A tan sólo 20 minutos en tren de la ciudad y es alucinante lo que cambia de aspecto.
Un ambiente tan rural, tranquilo, donde se respira aire fresco, si no fuera porque lo visita muchísima gente durante todo el año. La verdad, creo que hemos venido en buena época ya que he conseguido fotografiar el pueblo "tal y como debería ser", sin turistas de por medio, porque estoy convencida de que en verano sería imposible.