martes, 28 de noviembre de 2017

Arantza Hotela


¿A quién no le gustaría estar en una bañera gigante con vistas a las montañas? Pues es posible en Arantza Hotela, en un pueblito perdido de la mano de Dios, ubicado al norte de Navarra, a una hora aproximadamente de San Sebastián. 

Ya veis que me encanta enseñaros lugares diferentes en los que poder desconectar, y este no podía ser menos. Lo único que oirás u encontraras alrededor serán alguna ovejas, algún pastor y el sonido del viento entre las montañas.

He de decir que el llegar hasta allí es bastante costoso entre tantas curvas y en algunos momentos la carretera es demasiado estrecha que no entran dos coches, así que para aquellos que sois de marearos tener biodramina a mano. Pese a todas sus curvas merece mucho la pena, jamás te imaginarias que un hotel así estaría en un entorno como ese.
La recepcionista que nos atendió fue todo un encanto, nos contó incluso la historia del hotel y el significado de cada rincón creado por el escultor Jose Pablo Arriaga




A parte de la bañera gigantesca, la cama no queda en un segundo plano, diría que es la más cómoda que he probado en mi vida. Teníamos reservado el desayuno a las 11 al día siguiente y ya nos avisó la recepcionista que casi todo el mundo llegaba tarde a causa de la cama y no le faltaba razón, casi nos perdemos el desayuno. Otra de las cosas que nos os debéis perder, todos sus productos están hechos en casa. El café de casa no se me va a olvidar, buenísimo, al igual que todo lo demás.




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