La biblioteca secreta - Haruki Murakami

Como bien sabéis, y si aun no lo sabéis, mi autor favorito es Haruki Murakami, y aunque este no sea uno de los libros más especiales que haya leído y hace mucho que no reseño nada de el, me apetecía hablaros un poquito de una de sus últimas obras.

Los dioses mienten de Kaori Ozaki

Ha llegado un momento en el que apostar por cualquier manga que saque Milky Way Ediciones se ha convertido en acierto seguro. Este tomo único comienza con típico chico jovencito de 11 años que rechaza a una chica el día de San Valentin en clase y desde entonces todas las chicas le dan de lado, hasta que un día la chica más alta de clase le habla. Hasta aquí uno puede pensar que puede tratarse de un manga un tanto "ñoño" pero según sigues leyendo la historia cambia inesperadamente con un secreto oculto que guarda la chica. Para nada puedes esperar un desenlace así, te atrapa de una manera que no puedes dejar de leer. Se hace un poco corto, pero me parece que esta muy bien desencadenado durante todo el tomo, no necesita ni más ni menos.

El dibujo es sencillo y limpio, más típico de los mangas shojo.

Me esta gustando que estén sacando historias de pocos tomos, no es como comprar un manga que no sabes cuando va a terminar, como me esta pasando con Pandora Hearts o Soul Eater que lo abandoné porque no me gustaba nada la traducción. Da gusto tener historias terminadas y poder releerlas en cualquier momento sin resultar pesado.

Escalante ♡

Buenaaas! :) Vengo con una nueva tanda de fotos del puente de la semana pasada que esta vez fue todo un descubrimiento, os explico. No queríamos irnos muy lejos porque en tres días sino no da mucho para ver, así que decidimos que por la zona del norte estaría bien y buscando en imágenes de Google, "que ver cerca de Santander" apareció una imagen parecida a la siguiente que me enamoro al instante, me puse a indagar y era un pueblito escondido y muy cercano a Santoña del que jamás había oído hablar, Escalante. Un pueblito rural y tranquilo rodeado por las marismas, era perfecto.

El tiempo no nos acompañó demasiado, siendo diciembre tampoco se puede pedir mucho... pero aun así resultó ser mágico, en ciertos momentos daba la impresión de estar en míticas tierras polares, con ese aspecto invernal, musgo en cada esquina, casitas pequeñas y rodeados de montañas.